Si bien las mujeres están informadas sobre el impacto de la edad en la maternidad, el tema suele pasar por desapercibido en el caso de los hombres. Sin embargo, es importante recordar que ellos también tienen un reloj biológico, y al igual que las mujeres, experimentan un declive en su fertilidad con el paso del tiempo. ¿Cómo afecta entonces la edad del hombre su fertilidad y a los tratamientos de reproducción asistida?
La edad del hombre y la fertilidad natural
Las estadísticas sugieren que para un hombre de 25 años o menos, la probabilidad promedio de concebir es de alrededor de 4 meses. Sin embargo, esta probabilidad disminuye significativamente con la edad. Por ejemplo, para un hombre de más de 40 años, el tiempo promedio para concebir puede extenderse a 2 años o incluso más. Si alcanza los 45 años, esta cifra se multiplica por cinco. Es importante destacar que estas estimaciones se refieren específicamente a la concepción natural.
A diferencia de las mujeres, los hombres continúan produciendo espermatozoides a lo largo de toda su vida, a menos que se presente algún problema de salud o lesión específica. No obstante, la calidad del semen puede deteriorarse con la edad. Con el paso del tiempo, pueden observarse cambios en los análisis seminales y un aumento en la oxidación de los espermatozoides, lo que disminuye su capacidad de fecundación.
Dicho esto, la edad del hombre no tiene un impacto directo en su fertilidad, pero sí que puede influir en la calidad del esperma, lo que potencialmente puede tener repercusiones negativas:
- La concepción puede requerir más tiempo
- La calidad del esperma tiende a disminuir, específicamente la concentración y movilidad de los espermatozoides
- Existe una mayor probabilidad de encontrar anomalías en el ADN del esperma
- Se incrementa el riesgo de abortos espontáneos y de que los bebés presenten defectos de nacimiento
Por tanto, conforme el hombre envejece, es probable que requiera más tiempo para concebir de forma natural. Este retraso puede atribuirse, en parte, al hecho de que los hombres mayores suelen ser más propensos a desarrollar enfermedades crónicas, como la diabetes, el sobrepeso y la hipertensión, las cuales pueden afectar su fertilidad.
Además, con el avance de la edad, los hombres pueden enfrentar otras complicaciones relacionadas con la reproducción, como una reducción en la libido y/o disfunción eréctil, lo que puede dificultar la concepción natural.
Estudios recientes también han señalado que la edad del hombre está asociada con una mayor incidencia de alteraciones cromosómicas en los espermatozoides. Estas anomalías pueden contribuir a problemas de fertilidad, abortos espontáneos y la transmisión de enfermedades genéticas a la descendencia.
¿Cómo afecta la edad del hombre en los tratamientos de reproducción asistida?
Aunque los hombres no pasan por la menopausia como las mujeres y mantienen la capacidad de concebir durante toda su vida, su fertilidad sí se ve afectada por la edad. Sin embargo, gracias a las diversas técnicas de reproducción asistida disponibles hoy en día, la mayoría de los problemas relacionados con la infertilidad masculina pueden ser abordados con éxito.
La aplicación de técnicas como la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI) ha llevado a una notable reducción en los casos de infertilidad masculina. Incluso en situaciones de baja movilidad y anormalías morfológicas, la ICSI ofrece la posibilidad de lograr el embarazo en la mayoría de los casos de infertilidad masculina.
Según un estudio reciente publicado en la revista Reproductive Biology, la edad de los hombres no influye tanto como la de las mujeres en los resultados de los tratamientos de fecundación in vitro. El estudio señala también que la edad masculina no afecta significativamente la tasa de embarazo o el nacimiento de recién nacidos vivos. Sin embargo, sí se observa un deterioro notable en los análisis del esperma.
Asimismo, la edad del hombre puede influir en la calidad de los embriones generados en tratamientos de fertilidad, aunque su impacto en las tasas de embarazo es considerablemente menor en comparación con el de la mujer en la consecución del embarazo.
Ser padre después de los 40
Es cada vez más común que hombres mayores de 45 años deseen ser padres, impulsados por diversas razones:
- Han priorizado metas profesionales o personales, posponiendo la paternidad
- Han establecido nuevas relaciones sentimentales, lo que conlleva la posibilidad de formar segundas parejas
- No habían encontrado a la pareja adecuada hasta ese momento
No obstante, a medida que los hombres envejecen, la calidad del esperma tiende a disminuir, aunque conserven la capacidad de tener hijos durante toda su vida. En clínicas de fertilidad como Reproclinic, se suele recomendar la fecundación in vitro con DGP o PGS, dependiendo de la edad tanto del padre como de la madre.
Antes de la implantación, se lleva a cabo una biopsia en los embriones para realizar un estudio genético. Este análisis determina si las células tienen un número normal de cromosomas, lo que permite la transferencia del embrión, o si presentan alguna anomalía cromosómica, lo que los hace no aptos para la transferencia. Esta técnica nos permite maximizar las probabilidades de tener un hijo libre de enfermedades genéticas.
En resumen, si bien la edad del hombre no tiene un impacto tan significativo en los tratamientos de fertilidad, sí juega un papel importante en la capacidad de concepción natural.