¿Es posible aumentar las posibilidades de éxito de un tratamiento de fertilidad mediante ejercicios de atención plena? ¡Claro que sí!
En nuestra vida diaria llena de ajetréos, estamos tan acostumbrados a superar todo tipo de retos que, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera nos ponemos a pensar en cómo nos sentimos. Por otra parte, solemos preocuparnos demasiado por cosas que ya no podemos cambiar de nuestro pasado, o por algunos escenarios futuros hipotéticos de aquello que podría salir mal. Justamente estas cosas nos impiden estar totalmente presentes en el momento en el que nos encontramos.
El concepto de atención plena ("mindfulness") parece bastante complejo al principio, pero en realidad todo se reduce a reconocer y aceptar nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales, sin ninguna presión para controlarlos. Mediante la práctica de la atención plena, nos permitimos obtener algunos beneficios indispensables, como la autocompasión, la obtención de nuevos conocimientos y una conciencia más profunda de nuestro estado actual.
Pero, ¿cuál es la relación precisa entre el estado de atención plena y la fertilidad? En pocas palabras, el concepto de atención plena nos ofrece una solución para afrontar nuestras batallas resultantes del miedo a lo desconocido y de las dudas sobre nosotros mismos. Tenemos que ser capaces de aceptar las cosas tal y como son, sobre todo al someternos a tratamientos de fertilidad. Un requisito previo necesario es dejar de lado cualquier expectativa que tengamos de nosotros mismos y de los demás, y simplemente confiar en el proceso, sin ningún tipo de juicio.
Ahora, centrémonos en cómo podemos incorporar la atención plena a nuestro viaje hacia la fertilidad. Por suerte, no necesitamos ninguna herramienta especial para ello, se trata de utilizar lo que ya tenemos. Puede resultar difícil reconfigurar nuestro cerebro y cambiar nuestra forma habitual de pensar, pero nuestros esfuerzos seguramente darán sus frutos a largo plazo, en todos los aspectos de nuestra vida.
Dedica unos minutos al día a centrarte en el momento presente, dejando que tus pensamientos simplemente vayan y vengan. No caigas en la tentación de restringir tus pensamientos, ya que sólo así podrás entender la lógica que se esconde detrás de tus miedos y emociones. Trata de observar por dónde divaga tu mente cuando cierras los ojos, y anímate a probar algunas técnicas de respiración para calmar tu ritmo cardíaco, si alguna vez te sientes ansiosa. Recuerda que existimos en el presente y que sólo tenemos influencia directa en el momento presente. Dicen que el cerebro humano tiene más de 60.000 pensamientos al día, lo que debería ser un recordatorio de que no somos todos y cada uno de nuestros pensamientos, sino que son simplemente objetos de nuestra mente. Por lo tanto, no debemos "caer en la madriguera del conejo" por culpa de un pensamiento en particular.
Intenta implementar algunas afirmaciones en tu vida diaria para recordarte a ti misma cómo te gustaría sentirte. Muchas personas utilizan notas adhesivas con palabras de ánimo, aceptación y amor propio escritas, y las dejan por toda su casa. Otros prefieren repetir afirmaciones en voz alta hasta que empiecen a sentir paz, alegría y gratitud. En lugar de dudar de ti misma y de tu estilo de vida, intenta darte gracia durante este viaje lleno de altibajos. Una buena regla general para no olvidar de tratarte a ti misma con gentileza, es no decirte a ti misma cosas que no le dirías a tu mejor amiga, por ejemplo. Desde luego, si conoces a alguien que está pasando por la misma situación que tú, le darías ánimos, no le desanimarías, ¿verdad?
Anota tus pensamientos a diario o una vez por semana, para encontrar la calma interior, y asegurarte de que no estás hiperconcentrada en un determinado aspecto de tu vida, en detrimento de los demás. Al leer las entradas anteriores de tu diario, podrás realizar una revisión de tu salud mental, y asegurarte de que siempre te estás tratando con cariño. Puede que también observes que tienes algunos pensamientos recurrentes, lo que podría ayudarte a ser más consciente de qué es lo que exactamente te hace sentir angustiada. Aun así, siempre hay algo por lo cual estar agradecidos, sean cuales sean las noticias que recibamos.
En verdad, no es fácil seguir estando presente y atento, pero la buena noticia es que tampoco es difícil... ¡Sólo se requiere práctica! Conviene ir avanzando paso a paso, como solemos hacer con todo lo demás en nuestra vida, y ser pacientes con nosotros mismos en nuestro viaje hacia el amor propio y la aceptación. Con el tiempo, estos nuevos hábitos se convertirán en parte de tu rutina diaria y te proporcionarán suficiente apoyo mientras navegas por tu viaje hacia la fertilidad. Cada uno de nosotros tiene un propósito en la vida, y nuestro valor no depende de si llegamos a ser padres en el primer intento o no.
Nuestro equipo en Reproclinic sabe la importancia de reducir tus niveles de ansiedad, y de conectarte realmente con tu cuerpo, durante tus tratamientos de fertilidad. Por eso ofrecemos sesiones de coaching de fertilidad presenciales o en grupo: para ofrecerte algunos consejos útiles, y para tranquilizarte, ya que haremos todo lo que esté en nuestra mano para que tu sueño se haga realidad.
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