Homenaje al milagro de la FIV y a los expertos que se esconden entre bastidores: Celebración del Día Mundial de la FIV y del Día del Embriólogo
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Para muchas pacientes, la extracción de óvulos marca uno de los hitos más emocionantes en el proceso de FIV. Es el momento en el que confluyen semanas de preparación, estimulación y supervisión minuciosa, y es el primer paso hacia la creación de una nueva vida en el laboratorio.
Antes incluso de que la paciente llegue al quirófano, todo un equipo ya está trabajando para garantizar que todo salga bien.
El anestesista se prepara cuidadosamente comprobando el flujo de oxígeno, calibrando las máquinas y preparando la medicación intravenosa para una sedación suave y segura.
El equipo de enfermería y los asistentes esterilizan la sala, conectan los tubos y disponen los instrumentos en perfecto orden.
En el laboratorio, el embriólogo calienta los tubos de recogida, calibra las incubadoras y prepara el microscopio para recibir los óvulos en cuanto lleguen.
Por último, el ginecólogo se lava las manos, se pone la bata y se concentra, listo para comenzar.
Cada paso de esta preparación tiene como objetivo la seguridad, la precisión y la creación del mejor entorno posible para el éxito.
Vea el vídeo aquí.
Una vez que la paciente está cómodamente dormida bajo anestesia, comienza la extracción.
Guiado por una sonda de ultrasonido, el ginecólogo introduce suavemente una aguja fina a través de la pared vaginal en cada folículo ovárico. Dentro de cada folículo hay una pequeña gota de líquido y, posiblemente, un óvulo. El líquido se aspira y se transporta a través de un tubo estéril a un tubo de recolección caliente, donde se mantienen cuidadosamente las condiciones para proteger la viabilidad del óvulo.
Inmediatamente, las enfermeras pasan cada tubo directamente al embriólogo que espera en el laboratorio. Allí, bajo el microscopio, el embriólogo examina el líquido en tiempo real, gota a gota, buscando los óvulos a medida que aparecen.
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Una vez extraídos, los óvulos se someten a un proceso conocido como decumulación, en el que el embriólogo los lava suavemente y elimina las células del cúmulo que los rodean. Esto les permite identificar los ovocitos maduros bajo el microscopio, es decir, los óvulos listos para el siguiente paso.
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A partir de aquí, el proceso puede seguir diferentes caminos en función del plan de tratamiento:
Aunque la extracción de óvulos solo dura entre 20 y 30 minutos, representa mucho más. Es el puente entre la preparación y la posibilidad, entre la ciencia y la esperanza. En Reproclinic, nuestro equipo de ginecólogos, anestesistas, enfermeras y embriólogos trabajan en perfecta armonía, asegurándose de que cada óvulo se maneje con el mayor cuidado.
Para nuestras pacientes, este es un gran paso hacia su sueño de ser madres. Y para nosotros, es un privilegio acompañarlas en este camino.
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