24 Nov Adopción de embriones: Honrando a los embriones criopreservados y dándoles una oportunidad de vida
Cuando una pareja decide optar por un tratamiento de FIV en espera de conseguir por fin el embarazo tan deseado, aún le queda por tomar una decisión importante: ¿qué hacer con los embriones restantes que se crearán, pero no se transferirán?
La clínica de fertilidad se encargará de criopreservar los embriones de buena calidad que puedan dar lugar a un futuro embarazo. Esto, a su vez, supone que la pareja pague una cuota anual por el mantenimiento de la criopreservación de los embriones y que especifique bianualmente qué destino les quiere dar. Os explicamos:
La Ley 14/2006 (Art. 11, apartado 4) establece que los diferentes destinos posibles de los preembriones criopreservados son: (a) su utilización por la propia mujer, o junto con su cónyuge; (b) su donación con fines reproductivos; (c) su donación con fines de investigación científica; y (d) la interrupción de su criopreservación, aplicable una vez transcurrido el plazo máximo de preservación establecido, sólo tras haber agotado las opciones anteriormente mencionadas. El consentimiento informado sobre el destino de los embriones criopreservados puede ser modificado en cualquier momento antes de su aplicación, es decir, antes de que cualquiera de los embriones criopreservados sea desvitrificado con cualquier propósito.
Antes de la creación de los embriones, la mujer, junto con su cónyuge (si está presente), debe expresar su consentimiento informado, eligiendo una de las opciones anteriores, sobre el destino de los embriones de buena calidad que les queden y que vayan a ser criopreservados. Como mínimo cada 2 años, se le solicita a la pareja de progenitores que renueve o modifique el consentimiento informado que ha firmado anteriormente, manifestando, una vez más, su decisión sobre el destino de los embriones. Si la mujer, o la pareja, ya ha tenido un bebé por medio de un tratamiento de fertilidad, y considera que su proyecto de familia está concluido, tomar esta decisión resulta una tarea ardua.
A veces puede ocurrir que se sientan incapaces de decidir al respecto. Después de 2 intentos consecutivos fallidos de obtener las firmas de consentimiento de la pareja de progenitores, los embriones continúan siendo criopreservados, pero esta vez a discreción de la clínica de fertilidad en cuanto a sus destinos. En el caso de que pasen 5 años consecutivos desde el día de la vitrificación, en los que no hayan expresado explícitamente su decisión sobre el destino de sus embriones, estos últimos se consideran abandonados.
Si se establece que la clínica de fertilidad se ha de quedar con la custodia de los embriones criopreservados abandonados, el equipo médico de Reproclinic determinará si los embriones donados por las parejas infértiles, junto con los embriones abandonados, son aptos para acceder al Programa de Donación y Adopción de Embriones de la clínica, y si son aptos para ser donados a otras parejas que deseen adoptarlos cumpliendo con los requisitos de la legislación española. En cualquier caso, la clínica de fertilidad respeta los requisitos de confidencialidad y anonimato.
La adopción de embriones es una excelente solución para otras parejas heterosexuales en las que las dos personas experimentan problemas de fertilidad, incompatibilidad genética o fallos de implantación y abortos de repetición, y también para mujeres con reservas ováricas de baja calidad. Este tratamiento tiene muchas ventajas para sus receptoras: no es necesaria la estimulación hormonal previa ni la punción folicular para la obtención de ovocitos, el anonimato de los donantes está totalmente garantizado, el proceso es en general más sencillo y rápido, y el coste total es relativamente menor en comparación con los tratamientos tradicionales de FIV.
La donación de embriones permite a la mujer receptora establecer una mayor conexión con ellos, ya que puede vivir el embarazo, el parto, la lactancia y la crianza del bebé. Hay quien dice que, para una mujer, la adopción de un embrión es lo mismo que la adopción convencional de un niño, con la ventaja añadida de que ella puede sentir las pataditas del bebé cuando está creciendo dentro de ella.
Cada año, decenas de embriones criopreservados pasan a estar bajo la custodia de Reproclinic porque son donados o abandonados por sus progenitores. Pero nosotros creemos en los finales felices, así que ponemos los embriones sanos en donación, con la esperanza de que otras parejas o mujeres solteras puedan poner a un lado sus diferencias y adoptarlos. Ser una buena madre o un buen padre no tiene nada que ver con el ADN, sino con querer y cuidar al bebé desde el momento en que oyes su latido por primera vez. Así que, si estás interesado en adoptar un embrión o recibir un embrión donado por otra pareja que con el tiempo crecerá y se transformará en un bebé sano, no dudes en ponerte en contacto con nosotros hoy mismo para obtener más información, y programar tu primera consulta con nuestro equipo de profesionales en Reproclinic.