El verano lo es todo: el sol que brilla hace que nuestro cuerpo libere serotonina, lo que nos pone a todos de buen humor. Pero, ¿te has preguntado alguna vez si el tiempo caluroso tiene algún efecto sobre tu fertilidad?
No es fácil dar una respuesta precisa a esta pregunta, ya que hay que tener en cuenta muchas cosas. Lo cierto es que, por mucho que el verano pueda hacer cosas buenas por tu fertilidad, también puede afectarla negativamente, especialmente la de los hombres. Pero no hay por qué preocuparse, ya que te vamos a dar algunos consejos útiles para que mitigues cualquier contratiempo.
Empecemos con las buenas noticias: en los meses de sol normalmente se registran mayores niveles de la hormona melatonina y de vitamina D. Te estarás preguntando por qué son importantes estas dos cosas. Pues bien, unos niveles elevados de melatonina y vitamina D aumentan las tasas de embarazo. Es importante también destacar que estamos hablando de la exposición al sol, no de la exposición al calor.
La melatonina regula de forma natural el ciclo menstrual de las mujeres. Por lo tanto, su período de ovulación se puede calcular con mucha más precisión durante el verano, lo que resulta muy útil para las parejas que intentan concebir. ¿No es increíble que un paseo diario al aire libre pueda aumentar las posibilidades de tener un bebé?
El cuerpo sintetiza la vitamina D cuando está expuesto a los rayos del sol, por lo que hasta un paseo de 15 minutos durante el día puede resultar beneficioso. La mejor manera de aumentar los niveles de vitamina D es omitir la protección solar, pero en cualquier caso es aconsejable evitar la luz solar directa en las horas más luminosas del día, entre las 11:00 y las 15:00 aproximadamente. Tener unos buenos niveles de vitamina D mejora la calidad de los ovocitos de la mujer. De hecho, los estudios han demostrado que las mujeres con niveles normales (≥30 ng/ml) de vitamina D tienen muchas más probabilidades de concebir mediante FIV que las que tienen niveles bajos, ya que las primeras pueden producir más progesterona y estrógeno, que a su vez mejoran la calidad de los embriones y las tasas de embarazo. La vitamina D también hace que tanto la madre como el bebé no sufran complicaciones de salud durante el embarazo. Asimismo, la vitamina D es beneficiosa para los hombres, sobre todo porque se ha comprobado que mejora la calidad del semen gracias al aumento de los niveles de calcio en los espermatozoides, lo que incrementa su movilidad.
Otra de las razones por las que el verano es estupendo es porque alivia el estrés para muchos de nosotros. Está claro que el estrés es uno de los enemigos principales de la fertilidad, ya que aumenta los niveles de cortisol. Por lo tanto, todo lo que ayude a lidiar con él es siempre bienvenido, ¿verdad?
Ahora bien, hay que considerar también otro aspecto del verano: las olas de calor. Los científicos han demostrado reiteradamente que el calor afecta negativamente a los espermatozoides. Muy recientemente, investigadores de la Universidad de Padua, en Italia, descubrieron que la exposición al calor induce la activación del gen E2F1, que regula la división de las células que producen los espermatozoides. El daño testicular causado por el aumento de la activación de este gen se traduce en una menor capacidad de producir espermatozoides.
Anteriormente, otro estudio demostró que el calor no solo provoca una reducción del número total de espermatozoides, sino que, a su vez, aumenta la fragmentación del ADN espermático reduciendo las tasas de fecundación y aumentando las tasas de aborto. Sin embargo, no hay de qué preocuparse, ya que este proceso es reversible, aunque, de todos modos, es útil tener esto en cuenta durante los meses de calor.
Por último, exploremos algunos métodos para protegernos ante una ola de calor. Lo más importante es mantenerse hidratado y no esperar a tener sed para tomar agua. Si quieres alternar con algo más, la sandía y el pepino son siempre una buena opción. Si tienes acceso limitado a aire acondicionado, unos paños húmedos en la nevera también pueden ayudar. Para mantener la temperatura corporal en un nivel normal, evita los baños calientes y las saunas, particularmente después de la implantación del embrión, ya que te hacen más vulnerable a sufrir infecciones. Los hombres también pueden cuidarse durante esta época de calor, optando por ropa interior de fibra natural y prendas sueltas, que permiten la transpiración, así como reduciendo, o mejor aún, eliminando el alcohol y el tabaco, ya que son sustancias que alteran la temperatura corporal.
Por suerte, los tratamientos de fertilidad se llevan a cabo en laboratorios dotados de un control pleno de la temperatura. Esto significa que los resultados de la FIV no varían mucho de una estación a otra. Nuestro equipo de expertos de Reproclinic puede ayudarte a elegir el mejor tratamiento para tu caso particular, teniendo en cuenta tus necesidades y preferencias. ¿Qué esperas? Apresúrate y reserva hoy mismo tu consulta inicial con nosotros, ¡y conocerás nuestras promociones especiales de verano!