
08 Feb Día Europeo de la Salud Sexual
El 14 de febrero se celebra en nuestro continente el Día Europeo de la Salud Sexual. Una fecha que nació en 2003, propuesta por la ESHA, Alianza Europea para la Salud Sexual. Esta organización tiene el propósito de concienciar a la sociedad de que se debe tener unos hábitos sexuales saludables. Así pues, este día se sugirió para poner sobre la mesa algunos ítems importantes, como el respeto a los derechos sexuales y el fomento del sexo seguro.
Todos somos conscientes que el sexo no seguro provoca enfermedades, algunas muy peligrosas que pueden acarrear problemas de salud graves. Estamos hablando de las ETS (enfermedades de transmisión sexual) o ITS (infecciones de transmisión sexual). Esta última es la que aparece antes de la enfermedad. Desgraciadamente, según la OMS, a diario se contagian más un millón de personas de alguna enfermedad de transmisión sexual, aproximadamente unos 450 millones de casos al año.
Las ETS se transmiten a través de las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales, y mediante el sexo oral
Las enfermedades más usuales son el VIH, la gonorrea, la clamidia, herpes, la sífilis o la tricomoniasis, que pueden estar causadas por bacterias, por virus o por parásitos. Aunque no siempre presentan síntomas, las personas que sufren una ETS pueden tener síntomas como picazón, el enrojecimiento en la zona genital, fiebre, dolor abdominal, olor vaginal anormal, sangrado, dolor o picor anal, llagas o verrugas, el VPH, etc.
¿Cómo afectan las ETS en la fertilidad?
Enfermedades como la clamidia o la gonorrea son las que pueden causar infertilidad tanto a mujeres como a hombres, ya que pueden llegar al útero o a las trompas de Falopio, causando una inflamación pélvica y, por lo tanto, dañados los órganos reproductivos.
Cuando una ETS no se trata a tiempo, pueden causar estos problemas:
Dañar las trompas, creando una cicatriz o adherencias fibrosas en ellas, causando un bloqueo en los tubos que obstaculiza la circulación de los óvulos hasta el útero
- Causar embarazos ectópicos.
- Reducir la movilidad de los espermatozoides, a causa de algunos microorganismos que se ubican en el moco cervical del cuello uterino.
- En el caso de los hombres, sufrir una disminución en la calidad y cantidad de espermatozoides.
- Alterar el líquido seminal y el pH.
El 70 % de los casos de infertilidad son en mujeres, de entre unos 15 y 39 años
La gonorrea puede causar infecciones en zonas específicas, como en la garganta, el recto o en los genitales. Una enfermedad que también puede transmitirse en madre a feto, causándole infecciones oculares, llegando a provocar ceguera al bebé. Es una de las infecciones más peligrosas durante el embarazo.
Es muy peligrosa porque puede ser asintomática o confundirse con una mera cistitis o alguna infección vaginal. Los síntomas son flujo vaginal amarillento, dolor al orinar e, incluso, sangrado. Además, es la ETS más resistente a los antibióticos.
La clamidia puede provocar en las mujeres EIP en la parte superior del tracto genital, la enfermedad inflamatoria pélvica, comentada anteriormente. Por lo que las trompas de Falopio, el útero o algunos tejidos que se encuentran por esa zona pueden dañarse a causa de esta ETS.
Se causa por culpa de una bacteria y que puede afectar no solo a los órganos reproductores, también en la boca, el recto o la uretra. La parte positiva de esta enfermedad es que con la ingesta de antibióticos puede tratarse fácilmente.
¿Qué daños puede provocar una ETS en el embarazo?
Las ETS más comunes también pueden convertirse en un factor peligroso y amenazador para las mujeres embarazadas, ya que estas pueden transmitir la enfermedad a su bebé durante la gestación y en el momento de su nacimiento.
De hecho, enfermedades como la sífilis consiguen llegar a la placenta e infectar al feto. Otras como las comentadas anteriormente, junto con la hepatitis B o el herpes genital infectan al recién nacido en el momento que en el parto pasan por la vagina.
Es por este motivo que, cuando una paciente o una pareja quieren someterse un tratamiento de reproducción asistida, una de las pruebas que se realizan es para confirmar que están libres de alguna ETS, ya que muchas de ellas no presenta síntomas, pero son igual de dañinas para la salud de la mujer, como para el futuro bebé.
El papel de la reproducción asistida tras una ETS
Cuando una mujer, a causa de una enfermedad de transmisión sexual, tiene las trompas obstruidas, ningún óvulo podrá llegar a fecundar. Además, en el caso de que estuvieran parcialmente obstruidas y el óvulo pudiera encontrarse con un espermatozoide, el daño de una ETS también puede perjudicar en el momento de que el embrión debe implementarse en el útero, provocando en algunos casos embarazos ectópicos.
En estos casos, la FIV es la mejor opción para conseguir que una mujer se quede embarazada. Si necesitáis más información sobre nuestros tratamientos, no dudéis en programar una primera visita gratuita con nuestro equipo de ginecólogos especialistas en fertilidad.